Marzo 2023
El año 2005 inicié el proyecto de registro de las voces de los hijos/as y los nietos/as, de hermanos/as y sobrinos/as. Resultado de años de investigación, documentación, creación de redes sociales on line y off line, de participación en las distintas actividades de los descendientes, de seguimiento y acompañamiento de sus procesos de crecimiento y resiliencia, fue posible un registro de sus memorias que son el material que conforma este libro.
Soy madre, sufrí la perdida de dos hijos, soy abuela y bisabuela; fui militante, soy sobreviviente de dos dictaduras y nada de lo que vivieron y viven los descendientes de los protagonistas históricos de la resistencia a la dictadura me es ajeno.
Las perdidas, las búsquedas, los dolores y las rabias nos hermanan.
La recolección de memoria e identidad de los Hijos e Hijas en la Web.
Nuestra propuesta consistió en el registro y recolección de aquellas manifestaciones de memoria e identidad en la Web, de las segundas y terceras generaciones de descendientes de quienes cuyos derechos humanos fueron violados durante la dictadura que vivimos a partir del año 1973, en un relato transgeneracional.
Todos somos los Hij@s de la memoria que nos hacemos visibles en distintas plataformas y formatos, entroncando nuestra memoria con la de nuestro país.
Existe una realidad concreta que permite realizar esta propuesta: todos, como personas y como colectivo, de una forma u otra nos planteamos la Memoria como una meta. Construir la memoria de esa historia que es colectiva y a la vez inevitablemente individual, a raíz de que cada persona la vive desde su experiencia propia, su territorio y desde su subjetividad.
Registrar y recolectar testimonios, relatos, vivencias, recuerdos nos permite complementar nuestras propias experiencias porque nuestra historia está ligada desde el pasado y el presente a todos aquellos que vivieron tanto la época de la Unidad Popular, la dictadura de casi dos décadas, la transición que nunca llega a su fin y el presente de cambios acelerados.
Las memorias que portamos son múltiples: memorias de niños y adolescentes en dictadura; memorias de los jóvenes resistentes ochenteros, memorias de las luchas estudiantiles y medioambientales de los años 2000; memorias del movimiento feminista, de las diversidades, de los pueblos originarios, memorias de militantes mujeres y varones; memorias de ancianos y a la vuelta de la Historia crecen nuevas memorias que son extensiones, prolongaciones de la memoria colectiva que impregnó a la sociedad en su conjunto.
Hoy los hijos y nietos nuestros están construyendo sus memorias de nuevas luchas, que han estallado y las demandas históricas son reivindicadas en tiempo presente, tiempo de cambios que están preñados de todas las luchas en dictadura, pos dictadura, transición y las que hoy estamos viviendo.
En nuestro pais ,más allá de la pandemia, del encierro, de la represión los hijos e hijas, los nietos y nietas portan hoy en las plazas y calles los retratos de padres, madres, abuelas y abuelos caídos, desaparecidos, ex presos políticos, exiliados, torturados de quienes solo conocen lo que la memoria familiar y colectiva les ha entregado. Ellos gatillan y catalizan a aquellos jóvenes que sin haber perdido familiares, reivindican las luchas por justicia, verdad y fin a la impunidad, herencias de la dictadura, reconstruyendo los lazos sociales transgeneracionalmente.
La meta última es evidenciar qué sucedió en nuestro pasado reciente, quiénes eran la generación de los padres, el ideario que los motivó a entregar sus vidas y sus muertes, más allá de militancias o acciones específicas.
Quiénes fueron y son, estos hombres y mujeres, los jóvenes de la última mitad del siglo XX, portadores de paradigmas instalados socialmente en el continente latinoamericano, cuando revoluciones triunfantes, guerrillas, Concilios, adelantos científicos y técnicos, cambios sociales y culturales; conformaron una era que terminó en el genocidio de esta generación.
La instalación del olvido es mi fantasma personal. Y que la muerte de tantos y tantas quizás un día no tenga razón de ser.